Los usuarios que ingresaron ayer a sus cuentas de Facebook se encontraron con un aviso para ajustar sus preferencias sobre la información que comparten. Lo bueno es que estos nuevos controles permiten definir con mayor precisión cuál información es pública y cuál no. Lo malo es que las opciones por defecto son bastante permisivas. Además, hay información que se comparte sí o sí.
La privacidad es uno de los aspectos más delicados de las redes sociales. Facebook lo sabe desde que hace 5 meses tuvo que dar marcha atrás en los términos y condiciones de su servicio. Ayer, los nuevos controles de privacidad fueron anunciados en el blog oficial. Básicamente te dejan definir con precisión quién ve tu información personal, las actualizaciones de estado, el cumpleaños, tus fotos y las fotografías donde aparecés que suben otras personas. Sin embargo, muchas de estas opciones aparecen disponibles por defecto para «amigos de mis amigos» con lo cual esta información termina siendo pública para gente que no conocemos si no cambiamos las configuraciones recomendadas.
La Electronic Frontier Foundation (EFF), publicó Facebook’s New Privacy Changes: The Good, The Bad, and The Ugly donde asume una postura bastante crítica sobre los nuevos cambios. Esta fundación que vela por la libertad y los derechos en Internet saluda la iniciativa de facilitar a los usuarios un mayor control sobre su privacidad pero advierte que si las opciones no se leen detenidamente podemos terminar compartiendo más información de la que realmente queremos.
Además, la EFF toma nota de otro cambio importante: Facebook ha decidido que ciertos datos sean visibles para todo el mundo sin posibilidad de configuración. Tu nombre, fotografía, ciudad actual, sexo, redes y páginas de las que sos fan son parte de lo que llama «publicly available information» o PAI, lo cual significa que es visible para todos.
Al hacerte seguidor de cualquier página tenés que tener en cuenta que esta información estará disponible públicamente. No hay problema si te uniste a «Dormir 5 minutos más» pero tal vez no quieras que todo el mundo se entere de tu posición sobre temas controvertidos como el matrimonio gay, por ejemplo. Resulta paradójico que puedas elegir no compartir información sobre tus creencias religiosas o políticas pero estés obligado a mostrar si te uniste a una página pro comunista o anti-aborto.
La American Civil Liberties Union (ACLU) es otra influyente organización estadounidense sobre libertades civiles y ha elaborado un petitorio online con tres demandas claves para Facebook: permitir control total al usuario, proporcionar opciones por defecto más privadas y reestablecer la posibilidad de seleccionar si compartimos información o no con una aplicación.
Hasta el momento cuando instalábamos una aplicación podríamos elegir si queríamos compartir con ella nuestra información personal, ahora asume que sí queremos por defecto. Creo que esto sí tiene sentido porque si no permitís que una aplicación acceda a tus datos en realidad esta aplicación no puede hacer nada (o lo que haga es irrelevante para ser una aplicación de una red social). Ahora es más fácil: si no querés compartir información con una aplicación, no la instales.
Los cambios en perspectiva
Después de dar marcha atrás con la modificación de los términos y condiciones de su servicio Facebook se ha tomado un tiempo para analizar un tema muy delicado. El punto de equilibrio justo entre la información disponible públicamente para facilitar la comunicación entre los usuarios y el respeto por la privacidad es un asunto complejo con declaraciones polémicas como la del CEO de Google Eric Schmidt quien dijo que los secretos en internet son para sinvergüenzas.
Volviendo sobre Facebook, además de pensar en sus usuarios tiene que pensar en la competencia. Con el acuerdo entre Bing y Twitter para ofrecer resultados de búsquedas en tiempo real y el reciente anuncio de Google sobre inclusión de datos en tiempo real la importancia del flujo de información en vivo es cada vez más claro.
Hace unos meses Facebook introdujo la opción de compartir las actualizaciones de estado con todo el mundo «ala» Twitter. Se trata de un paso importante en la dirección de gener el streaming de datos que pudiera competir contra las 140 caracteres públicos de Twitter. El riesgo que muy bien analizan en TechCrunch es erosionar su posicionamiento como red de datos privados adquirida a lo largo del tiempo. De hecho, la mayoría de los usuarios de Facebook escogió que sus actualizaciones siguieran siendo visibles solo para sus amigos y redes.
¿Es tan importante la web en tiempo real como para arriesgarse a volver a meter la pata con un tema tan delicado? Tenemos un control más granular de nuestros datos, a cambio de perder el control sobre algunos. Y en el medio, unas opciones recomendadas bastante más permisivas de lo que recomienda el sentido común.