La usabilidad es un aspecto clave de una página o aplicación web que tiene que ver con la claridad y elegancia con la cual se diseña la interacción entre la persona y el sistema. Muchos veces los estudios de usabilidad son campo exclusivo de especialistas que realizan análisis heurísticos, paneles con usuarios y a partir de los resultados diagnostican problemas y sugieren mejoras a implementar.
Sin embargo, no hace falta nada de esto para desterrar algunas prácticas totalmente obsoletas que atentan contra la experiencia del usuario en una página web. Estos 7 pecados de la usabilidad web son una lista de estas prácticas e indican que tu sitio necesita urgentemente una revisión. El problema no es tanto cometer alguna de estas faltas, su presencia indica que con toda seguridad habrá muchas otras cuestiones a revisar.
1. Tener una introducción al sitio
Cuando encargaste la página web probablemente te lo dijeron pero no le diste importancia. Por alguna misteriosa razón querías que tu sitio tuviera una bonita animación en Flash como primera página ¿Qué la gente la aburre? Entonces agregamos el botón para saltar la presentación.
Seguramente sea el botón que más presionan los usuarios en tu sitio. Y con toda certeza sea la página más odiada por aquellos que tienen que acceder a tu web repetidamente. Es como ver una película con publicidad cuando está la opción de verla sin interrupciones. Una animación puede ser bonita la primera o segunda vez, luego cansa y termina por fastidiar aunque merezca un Oscar por el trabajo que tiene.
Cuando la comunicación tiende a circular en tweets de 140 caracteres hacerle perder el tiempo a la gente mirando una página innencesaria es un anacronismo. Hasta Google ofrece la posibilidad de saltarla porque entiende que una introducción en Flash no representa un resultado de búsqueda relevante. Y tiene razón.
2. Poblar tu página de animaciones
El diseño y la gráfica tiene sus leyes para que la interacción con un documento visual resulte agradable. La animación también cuenta con sus propias reglas y muchas las veces resulta difícil su convivencia. Hay que trabajar mucho para animar dos o más objetos en una página y hacer que el conjunto sea agradable para el usuario. Y como el tiempo cuesta dinero existe una alta probabilidad de que si tu página tiene más de un elemento animado se vea mal.
Comencemos por el principio ¿Animar para qué? Una transición de fotografías puede aportar valor porque permite visualizar información dentro de un mismo espacio de una manera sencilla. Pero si tu logo está fijo o animado en 3D me da exactamente lo mismo. Si hay un personaje saltarín, un puntero de mouse que suelta estrellas o el insufrible icono de correo que da vueltas a lo loco molestan, distraen y terminan por entorpecen la experiencia del usuario.
Un espacio prolijo y ordenado donde todos los elementos están bajo control y sin ser animados por un espíritu superior que les insulfa vida es un deleite para la vista y un relax para los sentidos.
3. Texto subrayado que no es enlace
El texto subrayado es feo. Habiendo tantos recursos gráficos (color, tamaño, negrita, itálica) querer remarcar una palabra agregando el subrayado como si se tratara de un resumen para la escuela es volver a la época de la máquina de escribir.
Pero hay otro problema más grave: cuando se crearon las páginas web a alguien le pareció que era una forma interesante para señalar el hipertexto. Nada más que agregar. El subrayado es para los enlaces y punto.
4. Optimizado para…
En una época el oficio de diseñador web era duro. Era una profesión nueva, había poca información y encima Microsoft y Netscape se peleaban para ver quién lograba imponer sus estándares. Crear una página bonita que se viese bien en todos lados era un poco más difícil que ahora por lo cual los sitios se poblaron de carteles anunciando que había unas condiciones óptimas para visualizarlo: con el navegador fulanito y la resolución de pantalla pepito.
Pero el mundo cambio, la industria y los desarrolladores se dieron cuenta de que era mejor seguir los estándares del W3C antes que pelearse y gracias a ello hoy vivimos en un ambiente un poco más ordenado. Por eso, las páginas web ya se hacen para todo el mundo y no para quienes tienen tal o cual requerimiento. Seguir manteniendo el cartel dichoso cartelito o (peor) hacer que el sitio funciona solo bajo ciertas condiciones es como colocar una letrero en una ruta que diga «Optimizada para el Ford Fiesta».
5. Tiempo de carga elevado
La paciencia es una virtud, pero en la web es un milagro. La velocidad de respuesta de un sitio es un factor crítico en la experiencia del usuario. Más de 2 segundos con la pantalla en blanco es una invitación a retirarse del sitio o un preanuncio de las penurias que tendremos para navegar decentemente. Y por si fuera poco, próximamente Google tendrá en cuenta la velocidad de una web para mostrar sus resultados de búsqueda.
Hay muchos factores involucrados en la velocidad de la página pero hay dos sobre los que se pueden actuar. El primero no es más que tomar una buena decisión: contratar un hosting decente y no dejarte seducir por precios ridículos o películas de ciencia ficción como la banda ancha ilimitada. El segundo es trabajo para el diseñador o desarrollador que tiene que optimizar el rendimiento de la página web.
Hay veces en que por las características de la página es imposible ofrecer un tiempo de respuesta bajo como consultas complejas a una base de datos, accesos imágenes y archivos multimedia de gran tamaño o mucho javascript. En este caso, y sólamente cuando sea imposible mejorar la velocidad de la página, un simple cartel de «Cargando» nos da unos segundos extra de benevolencia por parte del usuario (siempre y cuando lo que viene después justifique el tiempo invertido).
6. Ir al inicio y volver
Enredarse en un laberinto puede ser divertido, pero en una web es frustrante. Los usuarios saben de memoria la solución para ello: volver a atrás o ir al inicio. El botón volver del navegador es una salida de emergencia fácil, intuitiva y que resuelve la mayor parte de los problemas: si llego a un lugar que no me gusta siempre tengo la opción de regresar para elegir otro camino. Obstruir esta salida (con javascript, por ejemplo) es inadmisible.
El otro gran recurso que incorporan los usuarios cuando están confundidos es regresar al inicio de la página. A veces los usuarios llegan desde Google a una página en particular pero no logran hacerse una idea correcta de cómo está organizada la web. Suponen que la home mostrará lo más importante y les ayudará a entender cómo está organizada la información. Por eso es esencial tener a mano una manera clara e inconfundible de cargar la página principal del sitio. Y la manera más clara es tener un botón o texto que diga «Inicio».
7. Enlaces rotos
Los enlaces son la columna vertebral de un sitio. Conectan unidades de información mediante palabras clave, botones, imágenes o un menú. Una página huérfana que no enlaza con el sitio es una invitación sin fecha ni lugar. Igual un enlace que lleva a ninguna parte.
La mejor página de error es la que no existe, pero como a veces en sitios muy grandes no podemos asegurar que el 100% de los enlaces funciones hay algunos recursos para crear páginas de error personalizada. Si hay un mensaje de error, que al menos sea personalizado y fácil de comprender.