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Sebastián Thüer

Comunicación, diseño y tecnología

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Diseño Web

La planificación de un sitio web (2)

Sebastián Thüer · 05.07.2005 ·

En la primera parte de este artículo habíamos señalado que la planificación de un sitio web debe ser una herramienta útil para su construcción. Y mencionamos el tema de la definición de los objetivos.

Nos quedan dos puntos por tratar: pensar en el perfil de usuario y cómo va a estar organizada la información. Sigamos entonces.

2. Construcción del perfil de usuario

Con un mínimo de observación basta para darnos cuenta de que las personas hacen un uso muy diferente de la web y sus recursos: buscar información, jugar, bajar archivos o imágenes, participar de un foro, etc. Obviamente que la definición del perfil del usuario guardar una estrecha relación con el objetivo del sitio.

Un ejemplo: Si el objetivo del sitio es informar obviamente estamos pensando en un usuario que interesado en encontrar la información que le brindamos, que priorizará la calidad del contenido y verá con buen agrado un diseño sencillo, simple que le permite hallar fácilmente lo que buscar. Un sitio de corte artístico que busca impactar al usuario favorecerá, seguramente, la búsqueda y exploración, podrá dar una vuelta de tuerca adicional sobre las convenciones de la web.

Hace un tiempo leí una clasificación de usuarios de Lynch y Horton en Principios básicos para la creación de un sitio web que me gustó mucho. Ellos clasifican a los usuarios del siguiente modo:

  • Internautas. Navegan por la web y hojean las páginas principales como si fueran portadas de revistas. La estrategia para captar su atención es utilizar gráficos y enunciados claros acerca del contenido del sitio web. Los enlaces de la home page deben apuntar al interior de la web.
  • Principiantes y usuarios ocasionales. En general se sienten intimidados por menús muy complejos y buscan que la página principal sea clara. Prefieren páginas de carácter general y que le permitan visualizar el conjunto de la información. Los íconos y gráficos se deben poder retener con gran facilidad y su utilización debe ser intuitiva. Es importante colocar mapas jerárquicos con la información, un glosario de términos técnicos y una sección donde se responda a las preguntas más frecuentes formuladas por los usuarios (FAQ, frecuent asked questions).
  • Usuarios y expertos reincidentes. Acceden a los sitios web con objetivos específicos y buscan acceder a la información en forma certera y rápida. Generalmente se impacientan ante múltiples menús gráficos con pocas opciones; prefieren menús de textos detallados, índices amplios con la información y un ágil acceso a los resultados de búsqueda.
  • Usuarios internacionales. Cada país tiene sus pautas culturales. Si la intención es llegar a usuarios internacionales hay que escribirles en su idioma, evitar las expresiones locales, el uso siglas, la jerga profesional o notaciones como la fecha.

Aunque no es una clasificación perfecta (mezcla el nivel de experiencia con distribución geográfica) permite dar una idea de qué cuestiones deben priorizarse según quién vaya a navegar por nuestro sitio.

3. Organización de la información

La organización de la información -o arquitectura de la información, según los especialistas- es en realidad otra etapa del proceso de desarrollo de un sitio web. Sin embargo, cuando planificamos un sitio resulta muy útil saber cómo va a estar distribuida la información y cuál es el criterio para ello.

Los estudiosos de la arquitectura de la información señalan que los sitios pueden dividirse básicamente en dos grandes tipos: los que emplean la web como sistema de hipertexto y los que la utilizan como soporte para el funcionamiento de un sistema informático.

Intentemos aclarar esto un poco. Una web como sistema de hipertexto tiene justamente al hipertexto como su base. Este tipo de usuario navega por las páginas, busca información, tal vez imprima o copie su contenido. Para facilitar esto hay que dividir el contenido en secciones -no más de seis o siete porque resultan difíciles de retener- con un criterio claro.

Esto del criterio claro es muy importante. El sitio web de una Universidad no tiene por qué ser una reproducción de todas las dependencias académicas, departamentos, áreas, subáreas porque el usuario se termina mareando. Una cosa es la organización institucional y otra la distribución de la información en un sitio web. Lynch y Horton nos dicen que nunca un sitio web es la reproducción de la estructura organizacional, sino que tiene su propio criterios para organizar los contenidos: hacerlo centrado en el usuario.

Esto que parece tan sencillo en realidad no lo es. Al menos no cuando hay muchos contenidos, secciones y subsecciones. Hay mucho más para decir sobre esto. Por el momento sólo advertiremos sobre lo inconveniente de ser demasiado rígidos en la organización de las unidades lógicas. Un ejemplo de la vida real: ningún verdulero coloca los tomates junto a las demás frutas (aunque de hecho pertenezca a esta categoría) sino junto a las otras verduras, porque por lo general se consume junto con ellas.

En cuanto a la web como soporte de un sistema informático, en realidad más que de «sitios web» hablamos de «sistemas web» donde el utiliza las páginas como interfaz de software. Esto tiene su complejidad porque la web no fue justamente pensada para ello.

Se trata de sitios que no tienen una navegación secuencial o lineal, sino que ésta depende del lugar donde se encuentre el usuario, de su rol y los «permisos» que tenga, y de varias otras posibles variables. Aquí conviene que el diseñador no esté sólo sino ir viendo con el programador la mejor forma de distribuir las opciones. Hay mucho para decir sobre esto, pero lo haremos en otro momento.

Hemos terminado. Que lo anterior no se interprete como una especie de mandamiento ni nada por el estilo. Son sólo algunas pautas… en fin, que son un medio y no un fin en sí mismas.

La planificación de un sitio web (1)

Sebastián Thüer · 30.06.2005 ·

Uno de los aspectos que suelen ser rápidamente pasador por alto en el diseño de un sitio web es su planificación. Generalmente nos concentramos en pensar colores, formas, interfaz, etc. pero dedicamos poco tiempo a resolver cuestiones previas: cuál es el objetivo del sitio, por quién será visto y cuál será el criterio para organizar la información.

No nos engañemos. Después de haber desarrollado algunos sitios estas cuestiones están bastantes presentes en nosotros (o al menos deberían estarlo 😉 ) . Lo que sucede es que no las explicitamos. Como los tiempos apremian -y el cliente solo valora el producto final- vamos rápidamente a solucionar los problemas prácticos.

Pensemos que en lugar de ser diseñadores web somos arquitectos: ¿Construiríamos una casa sin un plano? La metáfora no es de las más felices (nadie gasta la misma plata en un sitio web que una casa, al menos que esté completamente loco 😮 ). Sin embargo, puestos en el rol de arquitectos y sin un mapa en la mano nuestra cabeza debe estar en absolutamente todos los detalles.

Una casa no es la suma de habitaciones. Un sitio web no es una suma de páginas. Hay una relación evidente entre las páginas de un sitio en cuanto a contenido, un estilo visual consistente, una misma distribución de la información. La mayoría de las veces todo esto permanece en la mente del diseñador: el tamaño de los iconos, el valor hexadecimal de los colores utilizados, las secciones definidas (generalmente armamos el menú y luego lo copiamos y pegamos)…

Tampoco la planificación de un sitio es un estudio sociológico sobre el tipo de usuario. Es importante que se convierta en una herramienta útil a la hora de hacer nuestro trabajo. El plano de una vivienda es una representación esquemática que nos da una idea aproximada de cómo quedará finalmente y nos recuerda constantemente todos los detalles a tener en cuenta.

Una buena planificación de un sitio debería tener la misma función. Veamos algunos elementos importantes.

1. Definición del objetivo del sitio

Una cosa es un objetivo publicitario (persuadir, convencer, inducir), otra un objetivo de marketing (posicionar, fidelizar) y otra un objetivo empresarial (gastar lo menos posible). Pero, ¿qué cosa es un objetivo para un diseñador web? Generalmente los proyectos o presupuestos son una mezcla de los objetivos anteriores pero carecemos de uno propio.

En mi caso he reducido los objetivos de un sitio a cuatro tipos: impactar, usar, informar y estar. Por supuesto, esto es muy esquemático y la mayoría de las veces queremos lograr todo al mismo tiempo. Pero si tomamos esta clasificación como tal (es decir, como una reducción útil), la cuestión se hace más clara.

  • Impactar. Son los clásicos sitios donde lo primordial es lo gráfico: animaciones y efectos visuales (en Flash generalmente), una estética muy trabajada e imágenes de alta definición. La facilidad de uso del sito pasa a segundo plano y se privilegia la capacidad para ofrecerle algo atractivo al usuario. Es el sitio como experiencia estética.
  • Usar. Básicamente aquellos sitios donde lo importante es algún tipo de acción sobre la experiencia sensorial: comprar, tomar un curso, subir/bajar un archivo, realizar alguna gestión. Aquí lo funcional está sobre lo gráfico. Se privilegia la claridad y sencillez para que el usuario pueda realizar su acción rápidamente y sin tener que consultar una ayuda o manual.
  • Informar. Aquellos sitios web donde lo importante es dar a conocer algo: noticias, partes de prensa, documentos internos, etc. También se privilegia la claridad en la presentación de la información, pero muy especialmente la organización de las secciones de manera tal que el contenido sea localice fácilmente.
  • Estar. Su objetivo es ese: estar por estar. Por esnobismo, porque la competencia también tiene un sitio, porque gusta, porque sí. Claramente son aquellos sitios donde perdemos el tiempo si no lo armamos a gusto y medida del cliente, independientemente de las aberraciones gráficas, funcionales u organizativas que nos veamos forzados a hacer. Por supuesto, siempre surge el nuestro espíritu docentes y queremos «enseñarle» al cliente como funcionan las cosas en la web. Eso está muy bien, pero no hay que exagerar. Después de todo, cada uno es libre de amar su sitio como mejor le plazca 🙂 .

Segunda parte: Identificación del público y sus posibles limitaciones técnicas.

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Sebastián Thüer

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