El iPad ya está en la calle y algunos sitios web han comenzado el proceso de adaptar sus aplicaciones para que se vean bien en el nuevo gadget de Apple. Pero hay algunos que buscaron anticiparse y quisieron tener sus diseños compatibles apenas se lanzó el producto. Todo un desafío para los diseñadores.
Information Arquitecture ha publicado una interesantísima reseña donde cuentan el proceso de diseño para un dispositivo que en ese momento no existía ¿Cómo testear el diseño y saber si verá bien? ¿Tendrá la tipografía el tamaño suficiente legible o se verá demasiado grande?
La respuesta no está en ningún artilugio sofisticado sino en algo mucho más habitual: pruebas impresas. Así es, imprimieron cientos de pantallas para evaluar la resolución y determinar tamaños, contrastes y la disposición de los elementos.
Compararon las resoluciones y tamaños de la tipografía con otros dispositivos como pantallas de monitores LCD y el iPhone. Como la interfaz es táctil los elementos interactivos deben sobresalir claramente el 3D está recomendado para botones.
Pero como ya he comentado anteriormente, si bien la interfaz táctil es mucho más natural y habitual tiene el problema que la entrada y salida de la información se realiza sobre el mismo soporte. Por lo tanto, hay que minimizar la interacción del usuario tanto como sea posible y pedirle su decisión sólo cuando es imprescindible. Nada de clics obvios solo para aceptar una acción que de todas maneras se ejecutará.
Jeffrey Zeldman hace un buen resumen del texto de Information Arquitecture y nos da algunos elementos claves cuando pensamos en diseñar para el iPad:
- Minimizar la entrada de datos, maximizar la salida.
- El tamaño mínimo de un elemento a pulsar es el círculo del dedo índice. El espacio vale oro y no hay que gastarlo en opciones secundarias.
- Es más fácil transformar una aplicación para el iPad en un sitio web que hacerlo al revés.