Usabilidad y posicionamiento web parecen estar conectados. Un artículo de Eric Enge en SearchEngineLand.com sugiere que Google utiliza los datos que proporciona Analytics para posicionar los resultados de búsqueda. Concretamente, el bounce rate o porcentaje de abandono.
Como el SEO no es una ciencia exacta se trata más de una especulación que de una evidencia. Enge refiere a un estudio que hicieron en seoblackhat.com donde muestra como el descenso del tráfico que recibe un sitio en Google es correlativo con el bounce rate, tal como lo muestran los siguientes gráficos.
Tráfico recibido desde Google
Bounce rate del sitio.
Definiendo el bounce rate
Se considera que un usuario «rebota» en un sitio cuando visita una sola página del mismo por unos pocos segundos y luego lo abandona. Este número se mide en relación con el total de visitas, por lo que un bounce rate del 30% significa que 3 de cada 10 usuarios salen del sitio sin haberlo recorrido. En general, un bajo porcentaje de abandonos indica que el sitio web posee una buena organización de contenidos, información relevante e interesante para el usuario.
La medición del bounce rate no está excenta de cierta dosis de arbitrariedad. Como dice Enge en su artículo, si un usuario llega a nuestro sitio, mira la página y luego se levanta buscar una tasa de café esto cuenta como abandono. Si luego regresa y sigue navegando por unos cuantos minutos la estadística final dirá que hubo dos visitas con un bounce rate del 50%.
De todas maneras, para optimizar un sitio web y mejorar su usabilidad el bounce rate es uno de los números que más se miran porque indudablemente si la mayoría de la gente que llega a la página sale rápidamente es porque estamos haciendo algo mal. O no le damos al usuario la información que busca o se lo ponemos fácil para que la encuentre.
Datos privados para rankings públicos
En abril de 2005 Google adquirió Urchin, compañía especializada en el análisis de tráfico de sitios web, que luego se transformó en Google Analytics, el sistema de estadísticas más popular en la mayoría de los webmaster por la facilidad para implementarlo (basta copiar y pegar unas líneas de código), la cantidad de datos que ofrece y una interfaz que en su momento era mucho más amistosa que el resto de las soluciones del mercado entonces.
Desde entonces, ha invertido mucho en mejorar las prestaciones y calidad del servicio ofreciendo más opciones de personalización, reportes a medida y, recientemente, una poderosa utilidad de segmentación avanzanda. Esta inversión en Analytics se explica, en parte, porque ayuda a los usuarios de AdWords -el servicio de publicidad de Google- a rentabilizar mejor sus campañas y, en consecuencia, invertir más dinero en ellas. Pero también es razonable suponer que podría utilizar esta información para el producto que constituye la base de su negocio: el buscador.
Si las presunciones de Enge se confirman y efectivamente Google está utilizando los datos que posee en Analytics para ordenar los resultados de búsqueda estamos ante un nuevo dilema. Por un lado, si aceptamos que la prioridad de Google es mejorar la experiencia de los usuarios y ofrecer mejor calidad en los resultados es natural que utilice todos los medios que tiene a su alcance (incluyendo los números de Analytics) para hacerlo. Pero, por otro lado, está utilizando información privada de los webmasters como criterio de evaluación de calidad para hacer un ranking público.
Lo que sí está claro es que la usabilidad es un factor cada vez más importante. Invertir tiempo en ofrecer una organización clara de los contenidos, un diseño amigable e información relevante no es algo que solamente valorarán nuestros. Probablemente también ayude a obtener mejores posiciones en Google.