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Sebastián Thüer

Comunicación, diseño y tecnología

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SEO & SEM

Estrategias para diseñar newsletter y conseguir contactos

Sebastián Thüer · 15.08.2016 ·

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Van Gogh se cortó una oreja y Rembrandt decía que “el pintor persigue la línea y el color, pero su fin es la poesía”. Para el interesado en email marketing, la tarea de diseñar newsletter es el boceto poético de su objetivo final: conseguir aumentar su lista de contactos.

Igual que un cuadro sigue una línea central que guía al artista en la concepción y el desarrollo de la obra de arte, la newsletter es el epicentro de todo un proceso que abarca desde el génesis del plan de acción a ejecutar hasta las estadísticas de campaña que muestran los resultados del envío.

En este caso, partiendo de la base de que nuestro objetivo como profesionales es aumentar nuestra base de datos captando nuevos contactos vamos a explicar una serie de estrategias para diseñar nuestro epicentro, la newsletter, que bien realizada nos dará el resultado esperado.

1. Diseñar newsletter en armonía y equilibrio

Las técnicas del expresionismo, el dadaísmo o el surrealismo están muy bien para desconfigurar la realidad y romper con los estereotipos marcados, pero mejor dejemos a Picasso y a Kandinsky en los museos. Cuando hablamos de elaborar una newsletter, hay que tirar del realismo más que nunca y ofrecer al lector un mensaje claro, conciso y directo.

Evidentemente, puedes jugar con el color, las formas y el diseño, pero tratando de mantener una comodidad visual. De nada sirve, por ejemplo, cargar una newsletter con mucho texto de muchos colores y que las imágenes brillen por su ausencia. O, al contrario, desplegar todo un catálogo de fotografías sin un hilo conductor que describa al lector lo que muestra el boletín.

La armonía y el equilibrio son tintes fundamentales en la creación de la newsletter. Además, debes enfocar tus palabras e intenciones a una rápida asimilación por parte del destinatario: el binomio comprensión-reacción. Unos ejemplos:

  • Si tu objetivo es conocer a tus contactos y que rellenen un formulario, dilo claro y sin rodeos. A todos nos gusta saber qué quieren de nosotros. Estructura la newsletter incluso con forma de cuestionario y añade un botón llamativo o call-to-action que incite a hacer clic.
  • Si persigues generar ventas en tu página web, transforma el mensaje en una muestra seleccionada de buenas imágenes de tus productos y/o servicios, con un texto atractivo y donde cada fotografía sea un enlace que derive en la página que deseas promocionar.

2. Inspírate de la vida para diseñar newsletter

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Ningún pintor que se precie y haya pasado a la Historia destacó por su monotonía. En la versatilidad está el gusto y los pinceles de estos artistas estaban buscando nuevas ideas, musas y experiencias continuamente.

La vida está llena de celebraciones y momentos especiales que podemos aprovechar para dar un toque personalizado a nuestras campañas. Tanto tú como yo, con lo que nos cuesta abrir una newsletter de todas las que recibimos, cuando aceptamos leer una que nos ha llamado más la atención, esperamos que nos ofrezca algo original y acorde con la época del año en la que estamos.

Tener un arsenal de plantillas newsletter disponible nos hace muy fácil el trabajo. Si se acerca Halloween, por ejemplo, podemos tirar de diseños terroríficos y dar un aire tenebroso a nuestro mensaje. Por el contrario, inundaremos de corazones y tonos rosáceos nuestra escritura cuando el Día de los Enamorados se aproxima. Y si llega el verano… ¡a todo color! Un aire fresco para soportar las altas temperaturas con una fresca newsletter.

En resumen, esta estrategia consiste en variar el contenido y el formato del mensaje. Como en toda comunicación, lo repetitivo llega a cansar y una de las peores reacciones que podemos causar en el email marketing es el hastío, la pereza o la previsibilidad. La parte de conseguir contactos viene después, pues si gustamos a nuestros suscriptores de siempre, vamos a ser recomendados por ellos, compartidos en sus redes sociales y difundidos entre sus conocidos.

3. Construye fácilmente tu propia obra de arte

Como ves en este vídeo, diseñar newsletter es un juego de niños. Realmente, una hoja de papel en blanco y un lápiz de color fueron suficientes en nuestra niñez para pasarnos horas creando auténticas obras de arte. Crear es verter la imaginación en un recipiente y mostrárselo al mundo, ya sea un cuadro, una escultura o un diseño gráfico como una newsletter.

Muchas personas no lo toman en serio y creen que todo vale. Pero en una sociedad tan digitalizada en la que estamos infoxicados de estímulos, salirse del canon establecido es lo que marca la diferencia. Por tanto, dedicar parte de tu tiempo a la creación del mensaje y a probar su utilidad puede ayudarte a tener éxito en la campaña de email marketing, puesto que al final lo importante para el triunfo de ésta es captar la atención del destinatario y que el mensaje le transmita, mínimamente, algo.

En el vídeo puedes comprobar que una newsletter se estructura en diferentes módulos personalizables en función de lo que quieras transmitir. Mediante la técnica de “arrastrar-soltar”, irás creando el boceto de tu mensaje tanto para formato de ordenador como para las pantallas de los teléfonos móviles. Añade logos, redes sociales, vídeos, colores, textos, formas y, sobre todo, pinta, colorea, dibuja, perfila, expande, subraya, resalta… crea.

 

[author] [author_image timthumb=’on’]https://pbs.twimg.com/profile_images/715810959944773632/3PuFvE_p_400x400.jpg[/author_image] [author_info]Carlos Cuéllar de Mailify. Veintitantos. Periodista e Internacionalista. Apasionado del #MarketingDigital y #SocialMedia. Especializándome en email marketing porque la arroba es bella. Vive, comparte y aprende. Twitter: @Livirii[/author_info] [/author]

Privacidad y publicidad online: ¿enemigos íntimos?

Sebastián Thüer · 20.07.2016 ·

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Un día se te antojó una torta de chocolate y buscaste algunas recetas en la web. Desde entonces, parece que los libros de repostería, las marcas de chocolate y los bazares online te persiguen por donde quieras que vayas en Internet ¿Casualidad? No, remarketing.

En principio, la idea es buena: recibir avisos de productos que consultas o visitas. Pero llevada a sus límites, es una pesadilla. Porque ahora estás a dieta y no te interesan más las tortas de chocolates. O porque buscaste algo para un amigo, tu pareja o tu hijo y las publicidades te siguen acompañando semanas después de que ya conseguiste tu regalo.

No exagero. En mi caso, estuve buscando información sobre elementos seguridad industrial para un proyecto y por bastante tiempo me ofrecieron desde comprar un arnés para trabajo en altura hasta recargar matafuegos o cursar la carrera de seguridad e higiene. Nada que me interesara sino una ingeniería de marketing extramademente lineal: si el usuario mengano hace búsquedas sobre un tema, lo llenamos de publicidad sobre el mismo. Y listo.

Opciones para el anonimato en la red

Una opción rápida: usar la ventana de incógnito que ofrecen los navegadores. No es la mejor solución del mundo, pero al menos suponemos que la información recolectada morirá cuando cerremos la sesión.

Algo más sofisticado sería investigar un poco y comenzar a instalarse algunos plugins y complementos al navegador para bloquear avisos como Adblock. Pero algunos sitios ya comenzaron a detectar la presencia de este tipo de software.

Sin embargo, mi primera objeción es moral: realmente quiero que los sitios que visito puedan sostenerse en el tiempo y pagar sus cuentas (ver este muy buen artículo de Hipertextual a respecto). Y entiendo que el primer recurso que hechan a mano es la publicidad. No con banners que cubren toda la página, interstitiales que tardan siglos o publicidades en video que rápidamente saltamos. Pero mientras buscan soluciones mejores, quiero darles la chance de que ganen dinero sin espiar mis movimientos online.

En un nivel de sofisticación mayor, podemos emplear opciones como Tor. Básicamente, este software actua como un intermediario entre nosotros y nuestro provedor a Internet (pongamos, InterPhone). De forma simple: En lugar de yo solicitar desde mi PC a InterPhone poder ver tal página, ese pedido se canaliza a través de Tor. Para quien esté realmente preocupado por la privacidad, sería la opción más recomendable.

Finalmente, una alternativa interesante es contar con algún programa que nos permita manejar el nivel de privacidad con el cual queremos navegar de forma simple. Una de estas opciones es Steganos Online Shield. Ofrece un poco de todo: desde encriptar el tráfico de datos al modo de Tor, hasta bloquear anunciones, prevenir rastreos, borrar cookies u ocultar el navegador.

Lo bueno de este software es que se pude controlar con facilidad qué nivel de privacidad queremos. Por ejemplo, si los banners publicitarios son realmente tortuosos podemos activar la opción de eliminarlos. Si queremos navegar un rato sin dejar rastros se puede hacerlo con un clic. Y, algo bien interesante, podemos navegar por la red simulando el acceso desde diferentes países ¿Por qué? Porque muchos sitios ofrecen contenidos diferentes de acuerdo al país desde donde te conectas. Eso sí: mientras las demás alternativas son gratuitas por esta hay que pagar unos USD 45 / EUR 37.

¿El SEO está muerto? [infografía]

Sebastián Thüer · 21.11.2014 ·

¿Sigue siendo necesaria la optimización de un sitio para que pueda ser encontrado por los buscadores (SEO, search engine optimization)? Con la presencia de redes sociales, aplicaciones para tablets y smart phones, sistemas automáticos de indexación, ¿vale la pena gastar dinero para un sitio web esté bien posicionado en Google?

La respuesta es sí. Solo que el antiguo modo de hacer SEO se ha renovado. Esto es lo que propone esta interesante infografía donde se puede ver que ya no hay que concentrarse exclusivamente en palabras claves particulares sino en las necesidades del usuario y cómo éste selecciona las palabras que, según su criterio, lo llevarán a los resultados deseados.

Ya no se trata solamente de generar tráfico sino de hacer foco en métricas que permitan medir la performance. Ya no hay que crear páginas sólo para buscadores sino que se deben desarrollar contenidos de calidad para el público. Ya no se trata de tener un equipo o experto en SEO sino de integrarlo a la estrategia de marketing del producto o servicio.

Si antes los enlaces de calidad eran importantes, hoy son indispensables. Y muchas veces los enlaces a nuestro sitio no proviene por intercambio de favores sino al establecer una relación de confianza con los administradores de sitios web que brindar información de calidad.

SEOThenVsNow

Via QuickSprout

El futuro de Google no son las búsquedas

Sebastián Thüer · 01.08.2013 ·

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Tiempo atrás, Google era la puerta de entrada a Internet. Nosotros, los usuarios, le dimos ese poder. Confiamos en él para que nos organizara ese enjambre caótico y vital que era Internet. Hoy, todo ha cambiado.

Hubo un momento dorado donde la red había dejado de ser una novedad pero todavía no había alcanzado el nivel de masividad del que dispone hoy. Muchos querían estar pero no todos sabían bien cómo y por qué. Los webmaster competían por poner los banners más grandes y estridentes.

En ese estado de cuasi anarquía llegó Google. Su pantalla blanca, el cuadro de búsqueda y un simple botón eran un bálsamo en una web con una gráfica mayormente horrible y de tiempos imposibles con el dial up. Su premisa era simple: mostrar los resultados de una búsqueda de manera sencilla, clara y sin hacer trampas ¿El secreto? Un algoritmo encargado de ordenar los resultados de búsqueda basado en la popularidad, esto es, la cantidad de veces que un sitio o página era citado por otro.

Por defecto, casi todo el mundo eligió comenzar a navegar la web desde Google. Recetas de cocina, artículos científicos o coleccionistas fanáticos discutiendo en foros. Google rastreaba y organizaba toda esa información.

Cuando esto se hizo bastante notorio, fue evidente que había que desarrollar una estrategia para aparecer primero en la lista de resultados de Google sin pagar. Más que por el dinero, aparecer en las primeras posiciones era una carta de confianza para el sitio web. 

Comenzó el SEO y cualquier negocio sobre Internet que pretendiera vivir en el mundo digital se preocupó por ganar los primeros lugares. También se cometieron excesos: muchos sitios fueron construidos pensando más en Google que en los usuarios. Pero la llegada de la web 2.0 o web social lo cambió todo.

La Web Social

De pronto, los usuarios reconocieron que era más interesantes usar la web para conectarse con amigos que para rastrear información exótica. Los blogs hicieron un buen trabajo y actuaron como editores del mundo digital. Seleccionaron y filtraron información, le dieron un  orden y jerarquía a las noticias y le añadieron una mirada fresca y personal a los asuntos. Eso mismo que tanto les costaba a los grandes medios acostumbrados a producir noticias bajo un modelo industrial.

Facebook dio la puntada final para poner todo patas arriba. El día ya no comenzaba con la pantalla blanca de Google sino con una línea de tiempo para mirar lo que hacían nuestros amigos y, algo más tarde, la familia. Y luego vino Twitter con la exótica idea de enviar mensajes cortos a todo el mundo: ya teníamos a nuestros líderes de opinión en directo, sin intermediación y conociendo sus ideas en tiempo real.

Sí, no estoy descubriendo nada nuevo. Es solo para poner las cosas en contexto. En la hipersaturada Internet de hoy el bombardeo es constante: mail marketing, publicidad paga en grandes medios, redes de publicidad para sitios más pequeños, pensamientos patrocinados en Twitter, banners que emergen por doquier y saltan a cualquier sitio, notificaciones, servicios de recomendación personalizados, sitios que filtran y organizan lo que ya está filtrado y organizado.

¿Qué lugar queda para tipear una búsqueda en la pantalla blanca de Google? ¿Cuán reconfortante resulta una página de resultados con mapas, imágenes, video, publicidad y enlaces que ocupan las primeras posiciones haciendo trampa o gastando dinero en posicionarse? Vayamos al grano: ¿Quién es Google para decirme determinar qué es más relevante para mí?

¿Podemos vivir sin Google?

Hace poco Mariano Amartino hizo un experimento interesante en su reconido blog Denken Über: comenzó a borrar su sitio de Google, a excepción de su página principal. Cansado de que otros robaron su contenido y estuvieran mejor posicionados por el algoritmo del buscador, decidió autoeliminarse.

Previsiblemente, su tráfico bajó. En cambio, creció el tiempo promedio de permanencia en el sitio y la tasa de participación. Claro, pudo hacerlo porque su blog no tiene publicidad. Pero dejó abierta una puerta interesante que de algún modo inspiró esta pregunta: ¿es imprescindible Google hoy?

Seguramente, sí. Pero no tanto para buscar información. Las redes sociales funcionan mucho mejor para compartir contenido porque naturalmente nos vinculamos con quienes tenemos algún interés en común. Al mismo tiempo, Internet y los usuarios han madurado lo suficiente como para saber dónde encontrar información sin necesidad de detenerse en la pantalla blanca. Es  más, muchas veces, terminamos usando Google como un ayudamemorias para recordar la dirección de un sito determinado que ya conocemos.

Donde sí Google siendo muy fuerte es como proveedor de infraestructura de servicios. A nivel funcional, Gmail es por lejos el mejor webmail que existe. Con Google Docs (ahora Google Drive) hizo que nos olvidáramos de abrir Word o Excel para generar pequeños documentos con la invalorable ventaja de tenerlo disponible online y poder compartirlo con un clic. El fiasco de Apple al prescindir de Google Maps en sus iPhone nos recuerda lo bien que funcionan sus mapas. YouTube es prácticamente sinónimo de videos en la web. Y si seguimos repasando su lista de servicios hay muchos sin los cuales sería muy difícil seguir haciendo las cosas que hacemos normalmente en Internet.

La pantalla blanca de Google fue un faro mientras búscabamos a tientas información en Internet. Pero hoy hemos puesto nuestra confianza también en otros lugares. En nuestros amigos que están en Facebook, en los líderes de opinión que seguimos en Twitter, en el blog, revista o medio digital que busca, organiza y edita la información que nos interesa o en los foros de expertos donde una buena respuesta vale por mil búsquedas.

Al final de cuentas, los algoritmos funcionan muy bien pero los humanos somos mejores en algo: hacer trampa.

La explosión de contenidos para el marketing [infografía]

Sebastián Thüer · 17.02.2012 ·

Ni sorteos, promociones, descuentos o anuncios. La gran vedette del marketing digital actual es el contenido. El content marketing es uno de los segmentos que más está creciendo a partir de estrategias que se basan en llegar al público con información especializada. Esto incluye acciones como escribir artículos en medios, crear comunidades en redes sociales, desarrollar blogs de nicho, enviar newsletters, realizar estudios de casos o crear eventos presenciales en torno de un tema.

Hoy estamos saturados de mensajes de todo tipo. Sin embargo, todavía guardamos algo de tiempo para consumir noticias sobre nuestro sector. Esta infografía ilustra bastante bien el valor que está tomando el contenido como el eje de acciones de marketing.

Infografía: La explosión de contenidos para el marketing [infografía]

Vía: Unbounce

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