Por tercera vez Google sale a hacerle frente a Facebook con un producto que busca poner a la empresa en el mapa de las redes sociales y las relaciones humanas. Luego de las experiencias de Orkut y Buzz -que no fueron todo lo positivas que se esperaran- llega Google+ con la promesa de permitir manejar nuestros contactos de una forma más refinada que los amigos de Facebook.
Para ello utiliza un concepto bastante simple pero potente: los círculos. En nuestra vida cotidiana mantenemos relaciones con muchas personas pero en diferentes contextos. No compartimos lo mismo con compañeros de trabajo, familia, amigos de la infancia o amigos de amigos. Por eso, con cada conjunto de personas se crea un círculos de relaciones donde las cuestiones que se comparten tiene sentido dentro de ese propio grupo.
La idea no es original -de hecho Tuenti apostó por una estructura similar- pero es la principal crítica que recibe Facebook hoy en día: el concepto de «amigo» es bastante ambiguo y se termina compartiendo y recibiendo información que difícilmente sea del interés de todos. Si bien Facebook permite armar grupos, en la práctica termina siendo algo bastante tedioso y que lleva demasiado tiempo.
Por el momento no he podido probar el servicio ya que increíblemente Google decidió cerrar el registro de usuarios. Realmente llama bastante la atención lo mal que gestionó el lanzamiento del nuevo servicio siendo que su Gmail y el sistema de invitaciones son un caso de ejemplo. En un primer momento Google+ estuvo disponible solo a un grupo muy selecto de usuarios, posteriormente se abrió a todo el mundo y ahora nos piden dejar una dirección de correo electrónico donde nos informarán cuando el servicio esté disponible.
Sin embargo, hay algunos análisis interesantes de leer. Uno es el de Mariano Amartino –Google + ¿la tercera es la vencida?– donde explica la potencia del concepto de círculos aunque no esté del todo bien explotado. El otro es de Liz Gannes en All Thing Digital –Google+ Solves the Social Privacy Problem by Making Friending Very Complicated– donde argumenta cómo el enfoque de Google ayuda resolver el problema de la privacidad en las redes sociales a costa de hacer bastante difícil sumar nuevos amigos.