Es liviano, interactivo y rápido ¿Flash? No, HTML 5. El nuevo HTML llega con muchas novedades para manejar contenido multimedia y el apoyo de dos gigantes: Apple y especialmente Google ¿Cuál es el futuro del formato de Adobe ante la avanzada del código abierto y sus padrinos?
Repasemos los últimos movimientos. Apple lanzó su promocionadísimo iPad con un montón de características. Pero entre ellas no figura una tan básica como el soporte para Flash. En el blog de desarrolladores de Flash Adrian Ludwig escribió un post para hacerlo notar y señaló que esa forma se privaba a los usuarios de acceder al 75% del video y el 70% de los juegos que está en la web. A pesar de tener soporte para PDF, ePub y otros formatos Flash estaba ausente. Kevin Lynch, CTO de Adobe, también criticó con dureza la actitud de Apple y recordó irónicamente que Flash fue desarrollado 15 años atrás para pen tablets.
Google no fue tan lejos porque su navegador sí reproduce Flash pero está experimentando con HTML 5 en el mayor sitios de videos del mundo y todo parece indicar que tendremos un YouTube Flash Free próximamente. Google Wave, la plataforma de comunicaciones -en la cual viene trabajando desde hace tiempo, se basa en la nueva versión del HTML que también está en Android, su sistema operativo para teléfonos móviles. Por no mencionar la enorme diferencia para el SEO entre usar HTML o Flash.
La historia multimedia de la web
Para mirara hacia al futuro conviene poner las cosas en perspectiva. Flash llegó a la web cuando las páginas se diseñaban como si fuesen libros con hipertexto. Hay que recordar que Tim Berners-Lee pensó pensó originalmente en la web como un lugar para compartir artículos y bibliografía científica. Por eso tenemos seis etiquetas para poner niveles de títulos pero ninguna para reproducir sonido o video. Era como si la web hubiese obviado los progresos en diseño gráfico de los últimos 200 años.
La aparición de Flash fue una bendición para que diseñadores y desarrolladores pudiesen hacer que la web pudiese ser multimedia: mostrar animaciones, reproducir sonidos y extender la interactividad más allá del clic sobre un enlace. Claro que hubo abusos y muchos no tuvieron mejor idea que transformar sus sitios en lugares imposibles de navegar, abarrotado de objetos animados y con introducciones pensadas para mostrar la maestría de su creador pero carentes de todo sentido para los usuarios.
Pero estos excesos no dejaban de esconder una grave déficit: El HTML era extremadamente pobre para asegurar una experiencia de usuario al menos digna. La solución fue dejar que el aspecto visual recayera en el hoy indispensable CSS. Contenido en el HTML, forma en el CSS.
Sin embargo quedaba otro problema por solucionar: la interactividad. La respuesta llegó de la mano del Javascript, un lenguaje que siempre estuvo presente pero del cual no se había extraído todo el potencial. Con HTML + CSS + Javascript parecía que podían lograrse cosas bastante interesantes, algo que definitivamente se alcanzó con la filosofía que impuso Ajax para que las páginas pudieran responder al usuario sin necesidad de recargarse.
Pero a Flash le quedaba un as en la manga: el video. RealTime, QuickTime y WindowsMedia competían para ver quien se quedaba con el interesante mercado de los reproductores de video online hasta que llegó Flash y los barrió. Fundamentalmente con dos argumentos: un codec que comprimía más que los demás sin sacrificar calidad y una enorme tasa de penetración que evitaban a los usuarios el fárrago de instalar un plugin para ver un trailer de 2 minutos.
Mirando hacia adelante
Ahora HTML 5 incluye etiquetas específicas para contenido video y los codecs abiertos como Theora han avanzado para ofrecen buena relación peso/calidad. Además, cuentan con el impuslo de navegadores como Firefox y Chrome están apoyando decididamente los formatos abiertos ¿Cuál es la carta que le queda a Flash por jugar?
Los avisos. Todavía existe un abismo de diferencia entre los anuncios de texto al estilo Adwords y el repertorio de recursos que puede desplegar Flash para impactar en el usuario. Esto no significa un voto a favor del insufrible Test de la Muerte o los agobiantes layers que se aparecen cuando estás leyendo un periódico en español. Pero sí es verdad que con Flash existe un abanico de posibilidades que utilizadas con imaginación y criterio pueden ayudar a los anunciantes a ofrecer una experiencia mucho más rica a los usuarios. Y aunque podamos hacer lo mismo con otras tecnologías para la distribución de la publicidad online resulta mucho más sencillo embeberlo todo en un SWF.
Pero se trata de un factor circunstancial y no es el producto de una decisión estratégica. Otro aliado tradicional de Flash solía ser su capacidad multiplataforma: en lugar de comprobar un sitio con una larga lista de navegadores y versiones para ver cómo procesaban una página, Flash garantiza una experiencia idéntica para todo el mundo. Pero con la extensión de los estándares web y la progresiva adopción de los frameworks de JavaScript -como jQuery- esta barrera está cayendo lentamente.
¿Podrán los desarrolladores de Flash amoldarse a los tiempos que corren y seguir ofreciendo un valor diferencial para su producto? Flash agregó esteroides a una web raquítica en multimedia y seriamente limitada por el ancho de banda en sus inicios. Pero el HTML ha hecho pasado mucho tiempo preparándose para la pelea y se presenta con padrinos de peso para la batalla.