Facebook modificará radicalmente la experiencia de usuario. Durante la semana pasada presentó en la conferencia de desarrolladores F8 un proyecto que avanza mucho más allá de los cambios estéticos y las pequeñas mejoras que venía realizando hasta ahora. Timeline es una nueva propuesta conceptual para orientarnos en las redes sociales donde el muro tradicional pasa a la historia.
¿Por qué semejante cambio? Básicamente porque el modelo visual de Facebook se está agotando. Hasta ahora su eje era el streaming de datos, esto es, el flujo de información desde la actividad de los contactos hacia el usuario: Fulano es amigo de Mengano, Sultano fue etiquetado en una foto o un amigo que te invita a su fiesta a través de los eventos.
El problema con este modelo es la cantidad de información. Las estadísticas oficiales de Facebook nos dicen que cada usuario tiene un promedio de 130 amigos y unas 80 conexiones adicionales entre páginas, eventos y grupos. Un número bastante alto si tenemos en cuanta que hay cuentas abandonadas, usuarios con más de una y perfiles falsos inactivos. Toda la información no puede entrar en el streamline, al menos no sin que el usuario sienta que el flujo de datos es un caos y termine agobiado por la cantidad de informacion que se le escapa.
La solución parcial de Facebook fue comenzar a filtrar datos. Por empezar, mostrarnos solo los datos de las personas con las cuales nos comunicamos más frecuentemente. El problema del criterio, es que no necesariamente más comunicación significa más cercanía o más interés por conocer lo que hace el otro.
Una idea reciente fue el de las listas inteligentes por las cuales nos crea automáticamente un grupo de «mejores amigos», compañeros de estudio y de trabajo. Un intento sin mucho disimulo por emular los círculos de Google+ que tanto gustan a los analistas y expertos en social media. Como los círculos, en las listas inteligentes se puede elegir qué persona sale o ingresa de ellas.
El problema que sigue subsistiendo son los datos históricos ¿Cómo encontrar aquel comentario tan divertido que dejó un amigo hace un par de años? Si no es a través de una fotografía, probablemente la búsqueda sea muy difícil. El 50% de los usuarios de Facebook ingresa al sitio todo los días. Pero para la otra mitad, un día sin ingresar equivale a perder de vista información.
Facebook tenía un encanto especial cuando íbamos descubriendo viejos amigos o compañeros y nos enterábamos qué fue de su vida, pero lentamente la preocupación de los usuarios comienza a ser cómo dejar de recibir basura y orientarse en el incesante flujo de datos para encontrar lo que verdaderametne le interesa. En esa dirección apuntó Facebook al anunciar que deja de enviar un correo de notificación por cada cosa que pasara en nuestro muro para optar por un formato de resumen diario.
Adiós al muro
Timeline borra de un plumazo el antiguo muro y organiza los datos como sucesos alrededor de una línea de tiempo donde se representan los sucesos más significativos de nuestra vida. Una especie de álbum de fotos multimedia con el registro de los momentos más relevantes según un algoritmo de Facebook, aunque esta selección automática puede corregirse y personalizarse.
Justamente este algoritmo es el que ha recibido más críticas ¿Está realmente listo Facebook para decirnos cuáles son los momentos más importantes de nuestra vida? Un cumpleaños, los estudios, un nuevo trabajo son solo algunos eventos bastante obvio debajo de los cuales hay mucha más información para procesar.
Además, dice Lance Ulanoff en Mashable, Timeline viene de la mano de OpenGraph que no es más que una aplicación para conocer patrones de conducta. En teoría, esto serviría para un grupo de amigos mirara una película o escuchara música al mismo tiempo y pueda comentar entre ellos lo que está sucediendo ¿Pero interesa realmente esto a los usuarios o está hecho a la medida de los gerentes de marketing y aunciantes que pueden conocer en detalle la audiencia a la cual se dirigen? Otra cuestión complicada de Timeline: revela quién dejó de ser nuestro amigo.
En el lado positivo encontramos que Timeline tiene un indudable atractivo para viajar hacia atrás en el tiempo y redescubrir sucesos, fotos y comentarios del pasado. Todo desde una sola pantalla y sin necesidad de usar buscadores o rastrear una imagen en decenas álbumes.
El nuevo formato permite muchas más opciones de personalización. Las ridículas fotos que Facebook pone al azar en nuestro perfil no necesariamente refleja la imagen que queremos. Por eso, además de la foto de perfil, existe ahora la opción de subir una foto de presentación donde mostrar la imagen que queremos. Más allá de esta cuestión particular, en general Timeline transmite la sensación de que hay mucho más control sobre lo que mostramos en nuestro perfil.
En conclusión…
Si Facebook quiere evolucionar el muro tradicional se convierte en un lastre. Creado en 2005, cuando apenas Facebook tenía un año, el formato no está pensado para la cantidad de información que circula hoy por las redes sociales ni el número de conexiones que se crean.
Los sucesivos cambios de controles de privacidad aportaron bastante lío al tema y es probable que muchos usuarios no tengan todavía demasiado claro qué están compartiendo y con quién a través de Facebook. A esto hay que sumarle la natural resistencia al cambio y las habituales quejas de los usuarios cada vez que algo se modifica. Un dato interesante: el 86% de los usuarios está disconforme cada ves que Facebook cambia algo de lugar.
Pero manterse tal como está no parece ser una alternativa razonable para Facebook. En definitiva, Timeline es una apuesta por naturalizar el flujo de información alrededor de una línea del tiempo donde el viejo formato de «caja de texto enriquecida» que aporta el muro queda superado por un ecosistema de datos donde la información luce más integrada y relacionada entre sí.
Habrá que esperar para saber si la nueva apuesta tiene éxito.