Apenas una semana pasó desde que Twitter anunciara su rediseño hasta que se aparezca un fallo de seguridad. Me tocó vivirlo en carne propia: ví un link extraño en la cuenta @rwwes y -como se trata de una fuente de confianza- lo seguí. Ví unos caracteres raros y al poco tiempo noté que yo también había actualizado mi estado con el enlace sospechoso.
Afortunadamente no pasó nada más en mi caso pero los reportes indican que muchos usuarios notaron que su navegador abría páginas extrañas y mensajes de advertencia sospechosos.