¿Quién puede competir con Google hoy? Especular con la próxima compañía que se convierta en un Google Killer es debate donde siempre suenan un par de nombres: Facebook y Twitter. Sin embargo, ¿pueden realmente estos dos servicios plantarle cara?
Joshua Porter analiza esta idea en The Slow Erosion of Google Search, una especie de borrador sobre el tema donde domina una idea central: la próxima competencia es por la atención del usuario, no por desarrollar un motor de búsqueda superior. La carrera por el mejor buscador fue ganada por Google, que con su infraestructura y teniendo contratados a los mejores profesionales del sector parece difícil que pierda la pulseada. En opinión de Porter, donde sí Google puede perder es a la hora de retener a los usuarios dentro sus páginas.
La búsqueda dentro de las redes sociales no tiene ni por asomo la complejidad que supone indexar millones y millones de páginas web, por lo cual Google no puede introducir su valor diferencial aquí. Ni tampoco competir a través de Orkut que, salvo en algunos mercados concretos, no tiene ni por asomo la penetración de Facebook.
En opinión de Porter, cada vez más los anunciantes reconocerán el valor de estar en Facebook porque es un lugar donde realmente los usuarios concentran su atención. Si el motor de búsqueda de Google es una página de paso para llegar a otro sitio, en Facebook el usuario permanece dentro todo el tiempo. Algo que Facebook procura cuidar, como señala el artículo de Antonio Ortíz sobre el empleo del framing.
Twitter es un servicio que todavía no puede ser considerado masivo, al menos fuera de Estados Unidos y para un público específico (nota al margen: curiosamente, las predominancia que Facebook le dio a las actualizaciones de estado en su rediseño está haciendo que muchos usuarios que no tienen ni idea de Twitter comiencen a valorar los mensajes breves y las actualizaciones de estado). Pero también es cierto que hay un creciente interés de los usaurios por lo que se llama real-time search y social search, es decir, búsquedas orientadas a ámbitos específicos. Un par ejemplos: si quiero saber qué está pasando en un determinado evento lo más efectivo es hacer una búsqueda de lo que está diciendo la gente en Twitter, en lugar de buscar información en una página web. Si tengo problemas con un hardware que acabo de comprar, más que la página oficial lo que más me interesa es conectar con alguien a quien le pase lo mismo y saber qué solución utilizó. En ambos casos Twitter funciona mejor que Google.
En resumidas cuentas, la idea de Porter es que resulta tan difícil rebatir a Google en las búsquedas como competir con Microsoft en Windows u Office. Hay que invertir muchísimos recursos -tiempo y dinero- para poder hacer algo decente pero con resultados finales muy inciertos. En cambio, Facebook y Twitter pueden competir por la atención de los usuarios donde tienen una áltisima proporción de usuarios que acceden diariamente a sus páginas y pasan tiempo dentro de ellas. Para un usuario de Facebook, entrar a su perfil es casi tan natural como abrir cada día el correo para chequear nuevos mensajes. Lo mismo para quienes usan Twitter, que actualizan varias veces al día su estado desde diferentes dispositivos.
El acierto de Porter es no buscar un Google killer sino que habla de una erosión a largo plazo en la relevancia del buscador. Si hacemos caso a Google Trends, desde hace casi un año que las búquedas sobre Facebook son más populares que las sobre Google.
La propuesta es interesante de seguir pero hay algunos puntos que necesitan aclararse más aun ¿En qué momento alcanzará esta erosión un punto crítico para convertirse en una amenaza a Google? ¿Cómo responderá el gigante de las búsquedas? ¿Atraer la atención de los usuarios no es en cierta forma lo que quisieron hacer (y fracasaron al intentarlo) los ‘portales’ de Internet que pretendían dar servicios de todo tipo al usuario para retenerlo dentro de sus páginas?