Al día siguiente de ser electo la adminsitración Obama lanzó Change.gov donde pretendía convocar a los ciudadanos para que fueran parte de activa de la transición mientras esperaba su llegada la Casa Blanca. Cuando asumió, renovó el sitio de la Casa Blanca y comenzó a participar en medios sociales bajo tres principios: comunicación, transparencia y participación. Hoy, da otro paso importante en su política tecnológica haciendo visible su apuesta por la neutralidad de la red con OpenInternet.gov.
La neutralidad de la red es el principio básico por el cual Internet es lo que es. Básicamente, viene a decir que la red es una autopista donde todos los coches son iguales. Nadie, en teoría, tiene acceso preferencial ni puede viajar por un carril de mayor velocidad. Y si hay más velocidad, es para todos por igual.
Las industrias culturales, fundamentalmente en Estados Unidos, han ejercido una fuerte presión para que determinados tipos de contenidos circulen de manera restringida. El caso más notable es el del P2P, ya que este sistema de comunicación puede favorecer la distribución de material protegido por derechos de autor, según el reclamo de asociaciones como la RIAA.
El tema se discutió bastante en la última campaña presidencial de los Estados Unidos. Obama se pronunció a favor de la neutralidad de la red lo que le valió el apoyo de personalidades como Vicent Cerf, uno de los padres de Internet y Eric Schmidt, CEO de Google.
El sitio Open Internet ahonda esta dirección y hace explícito su apoyo a favor de una Internet abierta y libre en medio de una red amenazada por tres factores, como lo explica claramente Enrique Dans:
- Competencia limitada entre proveedores de acceso por su progresiva concentración;
- Incentivos económicos a los operadores para alterar la neutralidad; y
- Explosión del tráfico en la red y necesidad de gestionar la infraestructura existente.
Mike Powell, ex presidente de la Federal Communication Comisión había establecido 4 principios para defender la neutralidad de la red:
- Libertad de Acceso a Contenidos.
- Libertad de Uso de aplicaciones
- Libertad de conectar Dispositivos Personales.
- Libertad de obtener información sobre el Plan de Servicio.
Ahora, el nuevo presidente Julius Genachowski en su reciente discurso en The Brookings Institution propone agregar dos más:
- Impedir la discriminación por tipo de contenido.
- Los proveedores deben ser transparentes sobre su política de gestión de redes.
La intención es que los proveedores no puedan reducir o bloquear la velocidad de transmisión en contenidos como videos o P2P y que insumen un gran ancho de banda. Sin embargo, es interesante tomar nota del matiz que apunta Cory Doctorow en Boing Boing: estos dos nuevos principios solo serán aplicables cuando no interfieran con los derechos de autor o actividades ilegales (via Mangas Verdes).
En Europa hay una carta abierta al parlamento europeo para solicitarle que haga suyo estos principios para favorecer una red libre y abierta que salvaguarde las libertades fundamentales de sus ciudadanos.
Desde mi punto de vista, lo más importante de todo esto es la relevancia cada vez mayor que están teniendo las decisiones políticas en materia de tecnología. Por eso todavía me parecen vigente estas palabras de Lawarence Lessing pronunciadas en la Stanford Law School:
La amenaza que hoy se cierne sobre Internet es que los propietarios de las redes convenzan a los reguladores de dar marcha atrás en el diseño original. A través de políticas regulatorias que permitan a los proveedores de banda ancha actuar como sus intereses les aconsejan, el potencial económico de la red se vería amenazado: la innovación siempre viene de quienes no están en la corriente principal. Si los propietarios de red reciben la posibilidad de controlar técnica y legalmente la innovación a ejecutar sobre Internet, la innovación será secuestrada.