La base de la confianza que genera buscar en Google es la precisión de los resultados. En menos de un segundo Google recibe la consulta del usuario, busca los términos en sus servidores de índice, aplica algoritmos como el PageRank para ordenar los resultados y luego devuelve una lista con fragmentos de texto de cada página hallada. La clave, claro está, está en el sistema por el cual determina que una página tiene más importancia que otra ¿Que pasaría si utilizara este mismo principio para definir el nivel de relevancia en las redes sociales?
Business Week publicó recientmente un artículo titulado «Making Social Networks Profitable» donde comentan una tecnología (con patente pendiente) desarrollada por Google para otorgar un número o índice que mida la relevancia de cada miembro de una red social como Facebook o MySpace. El supuesto que hay detrás es que no todas las personas tienen el mismo nivel de influencia. Un usuario con muchos amigos (y que estos amigos a su vez tengan muchos amigos), que publica información regularmente, actualiza su estado y recibe muchos comentarios es un lugar mucho más interesante para publicar un anuncio que un perfil menos activo.
El ejemplo que dan es claro: Hay grupo de amigos fanáticos del basketball que frecuentemente visitan sus perfiles entre sí. Sus perfiles probablemente indicarán que les gusta el deporte, seguramente alguno formará parte del grupo de fanáticos de una estrella y escribirán comentarios para dejar sus impresiones de los partidos y resultados de su equipo. Actualmente, el modelo de Google permite que una compañía interesada en anunciarse -Nike, Adidas, Puma o cualquier otra marca de ropa deportiva- pueda mostrar un aviso mediante un sitio que tenga AdWords o poner un enlace patrocinado en su resultado de búsquda.
La nueva tecnología, en cambio, Google puede seguir a este grupo de fanáticos que comparten intereses, mirar con qué otras comundidades interactúan y aprender qué miembros obtienen mayor atención cuando actualizan su perfil o publican una fotografía.
En defenitiva, se trata de extender la misma lógica del PageRank y aplicarla a las redes sociales para otorgarle a cada miembro un valor determinado. Un posible modelo de negocios consiste en vender esta tecnología a los anunciantes interesados en segementar adecuadamente sus campañas. El gran desafío es hacerlo respetando la privacidad de las personas y que los grandes jugadores (Facebook, MySpace, Bebo y Hi5) acepten que el gigante de las búsquedas espie sus datos, que después de todo los datos constituyen el activo más valioso de las redes sociales.