¿Que pasaría si algunos ex empleados de Google se pusieran de acuerdo para hacer un motor de búsquedas y consiguieran financiación para su proyecto? La respuesta es Cuil (se supone que se pronuncia como «cool»), un nuevo buscador que presume de tener el índice de documentos más grande de la web y sale al ruedo en un mercado difícil con verdaderos pesos pesados dominando la escena como Google, Yahoo y Microsoft.
Sus fundadores son Anna Paterson, ex ingeniera de Google que trabajaba en el grupo encargado de establecer los rankings de búsqueda, y Tom Costello, que viene de IBM. La clave que tienen para competir es un algoritmo que optimiza las consultas que hacen los servidores para rastrear la información en la red. Según afirma Paterson, Cuil puede indexar 120 mil millones de páginas usando solo 140 servidores.
Otra característica de Cuil es la presentación de la información en pantalla. Por defecto, usa disposición en tres columnas que muestra texto generalmente acompañado de alguna imagen del propio sitio. Además, ofrece una caja flotante con categorías relacionadas al término que se busca.
Danny Sullivan, editor de Search Engine Land y una de los voces más autorizados en buscadores, hace una comparación entre Google y Cuil y este último no sale mal parado, que no es poca cosa. Sin embargo, lo más atractivo que veo en Cuil es que han armado un buscador con muy poco presupuesto: llevan gastados menos de 7 millones de dólares, una ganga en un proyecto de esta magnitud.