¿Cómo ha sido tu expriencia con el home banking o banca electrónica últimamente? Un informe de SAP revela que parece haber una importante conexión entre las plataformas digitales que los bancos ponen a disposición de sus clientes con su nivel de satisfacción general.
En Europa, Estados Unidos y Asia tomaron nota de ello y a partir de de la inversión en el desarrollo de nuevos canales integrados a los ya disponibles muestre que el nivel general de conformidad de los clientes creció un 3%. Argentina, en cambio, es uno de los cuatro países donde los clientes dijeron que su experiencia se ha visto deteriorada.
El Índice de Experiencia del Cliente (CEI, por sus siglas en inglés), revela la experiencia de los clientes en el país bajó precipitadamente del tercer puesto que ocupaba en 2013 al puesto al 28°, según el reporte de Capgemini. Y los principales reclamos se centran en líneas de negocios fuertemente relacionados a los canales.
“La tendencia a la omnicanalidad crece cada vez más. Los niveles de experiencia de los clientes muestran un salto significativo en cómo los clientes eligen interactuar con los bancos. La movilidad gana terreno y pasó a ser el segundo canal más usado después de Internet” señala Javier Colomb, Gerente de Ventas para la industria financiera de SAP Argentina. “Los clientes optan por hacer sus transacciones a través de los Smartphones”, completa el ejecutivo.
Como usuario de entornos digitales de bancos argentinos y el contacto que tengo con otros usuarios, creo que uno de los aspectos más tortuosos y mayor motivo de reclamos suelen ser la gestión de las contraseñas. Claves que caducan periódicamente y requieren sí o sí de números, mayúsculas y símbolos; llevan al usuario medio -que no utiliza gestores de claves- a portar libretas, papeles o (¡peor) archivos de texto con todas sus claves anotadas para no olvidarlas. A ello, se suma el prácticamente nulo desarrollo de sistemas de identificación alternativos como dni electrónico o equipos con reconocimiento dactilográfico, entre otros.
Por si no fuera suficiente, muchos sistemas de home banking requieren autorizar previamente algunas operaciones (como hacer una transferencia) a través del cajero. Con la paradoja de que la llave maestra para acceder a todas las claves y funciones sigue siendo un número de 4 cifras.