Necesitamos que los estudiantes adquieran habilidades para la solución de problemas, puedan comprender la complejidad y sean hábiles comunicándose con sus colegas para explicarles los diferentes aspectos de un tema. No es una repetición de los consejos de Google sino un texto escrito por Carl Wieman. Wieman, premio Nobel en Física en el 2001 y director de la Iniciativa para la Educación en Ciencia de la Universidad de la Columbia Británica, aborda un tema sobre el cual se está diciendo mucho pero haciendo menos: la necesidad de repensar el modelo educativo de las universidades. Hay algunos elementos interesantes en el análisis de Wieman.
En primer lugar señala que la enseñanza de la ciencia moderna requiere la vuelta a un modelo educativo donde un aprendiz trabaja junto a un grupo de expertos que le encargaban una serie de tareas, lo orientaban y obtenía de ellos retroalimentación constante. Este modelo, sostiene Weiman, se fue diluyendo en cuanto la población de estudiantes fue creciendo y el conocimiento fue avanzando. Pero lo más interesante es su diagnóstico de la situación actual que resume en estos cinco puntos:
- Hay nuevas necesidades y objetivos respecto de décadas atrás. La economía moderna demanda la solución de problemas complejos, a veces en contradicción con prácticas tradicionales. Muchas veces las clases se transforman en una transmisión de la información de forma simplificada, sin ejercitación y retroalimentación sobre lo que hacen los alumnos luego. A la vez, un sistema tutorial personalizado tampoco es económicamente viable.
- Nueva demografía estudiantil. Si antes la educación universitaria se consideraba necesaria solo para un sector de la población, ahora se ha convertido en un requisito básico para el acceso a gran parte de los trabajos calificados. Eso se traduce en más estudiantes a las aulas y mayor heterogeneidad de la educación y la necesidad de enseñar conocimientos técnicos complejos a gran parte de la población.
- Nuevas responsabilidades para el profesorado. Además de enseñar la mayoría de los profesores lleva adelante programas de investigación, buscar financiación para el mismo, gestionar el equipo de trabajo con otros profesores y estudiantes, escribir artículos científicos para los journals, presentar resultados en congresos, dar conferencias y participar de otros grupos y sociedades científicas. A la vez, en muchas instituciones se alienta a que los académicos conviertan el frutos de sus investigaciones en productos comerciales lo cual genera más ingresos para la institución, le otorga visibilidad y le permite justificar muchos subsidios y ayudas obtenidas. Nuevamente esto se trauce en más responsabilidades.
- Se ha mejorado la forma de enseñar, pero no lo suficiente. Los avances en pedagogía y psicología cognitiva ha permitido comprender mejor cómo se produce el aprendizaje. En prácticamente todos los cursos de ciencias se aplican diferentes modelos, metodologías y recursos que permiten una mejor comprensión. Sin embargo hay que profundizar en la implicación del estudiante sobre los procesos de aprendizaje y estimularo para que asuma las tareas como desafíos.
- Las tecnologías de la información han cambiado la educación radicalmente. Hay mucho que decir sobre esto, pero Weiman destaca que han hecho a la educación más eficaz y eficiente aunque queda mucho por explorar.
Si bien sus afirmaciones son bastante generales no deja de ser interesante la visión de un investigador destacado de las ciencias duras sobre la educación en nuestra sociedad actual.