No se trata de eligir al que tiene las mejores cualidades, el que domina todas las herramientas o el que está al tanto de lo último en tecnología. Ser diseñador de experiencia de usuario -UX designer- es, ante todo, una cuestión de mentalidad. Así escribe Whitney Hess, consultora en experiencia de usuario, a sus colegas para ayudarlos a escoger la persona adecuada para este trabajo.
Lo que Hess llama mentalidad no es otra cosa que una combinación de formación, objetivos, conocimiento, actitud, comportamiento y motivación. Si lo miramos al reves, serían las características ideales que debería reunir una persona que quiere ocupar el puesto de diseñador de experiencia de usuario. Veamos.
1. Antecedentes: Proceso sobre el portfolio
A los diseñadores se les enseña que el diseño es un proceso. Sin embargo, fuera del ámbito académico, lo más normal es que un diseñador consiga trabajos gracias a su portfolio donde solo se evalúa el producto final. En experiencia de usaurio, no hay que cometer este erro.
Un gran diseñador de experiencia de usuario es poco probable que se presente con un portfolio impactante de producciones. En general, sabe que la parte más importante de todo es el proceso. Son los pasos que elige para elaborar una experiencia significativa a sus clientes. Privilegia el trabajo sostenido y el pensamiento profundo antes que imágenes brillantes e impactantes.
Por eso, más que una bonita imagen final conviene tener el proceso explicado y ser capaz de explicar por qué se tomaron las decisiones que se llevaron adelante. No importa si el producto fue un fracaso o nunca se implementón. En una pieza de software intervienen ingenieros, analistas, artistas visuales, publicistas, expertos en marketing y no siempre es reponsabilidad del UX designer que el proyecto lleve a buen puerto.
2. Objetivo: Inteligencia sobre instinto
El instinto es muy importante en varios aspectos de la vida. Incluso, puede que en algunas profesiones. Pero las susposiciones, las decisiones viserales basadas en estados emocionales son el peor enemigo de un diseñador de experiencia de usuario. Por el contrario, lo que cuentan son las decisiones sobre la base de información.
Un buen diseñador de experiencia de usuario se esfuerza por recoger toda la inforamción que pueda sobre su público y todo aquello que rodea al producto. Si bien no hay que someterse a la tiranía de los estudios de mercado, tampoco hay que desconocer lo que piensan las personas y sus expectativas.
Privilegiar la inteligencia no significa anular las emociones. Por el contario, se trata de desarrollar una capacidad interpretativa para privilegiar las emociones de los otros sobre las propias.
Datos cuantitativos de analítica web, información cualitativa de una entrevista, encuestas, observaciones, pruebas de usabilidad, sesiones participativas de diseño son más importantes que una corazonada.
3. Conocimiento: Principios sobre reglas
Las reglas son procedimientos estandarizados para llegar a un lugar. Esto es muy útil, por ejemplo, para elaborar un protocolo de evacuación de un edifición antes una emergencia. Pero en un proceso creativo, puede resultar un desastre.
Un principio es algo más general, wa la base racional de la regla aunque más abstracta y vaga. Las reglas nos ayudan a simplificar estos principios y poder utilizarlos sin mucho esfuerzo. Pero en experiencia de usuario, esto equivale a crear aplicaciones que parezcan calcadas unas de otras, sin distinción ni originalidad. En otras palabras, una experiencia pobre y redundante.
Todos sabemos que para diseñar existen una serie de principios básicos y universales, pero el contexto cambia en cada proyecto y por ello no funcionan siempre del mismo modo.
4. Actitud: Flexiblidad sobre formalidad
Asumir que para la experiencia de usuario hay un método que debe seguirse paso por paso de forma inevitable transforma un proceso creativo en una rutina burocrática que mata cualquier destello de inspiración y originalidad. Siempre es necesario cierto orden y lógica, pero el método no puede condicionar el desarrollo de un producto porque cada proyecto tiene sus propias características.
Un UX designer muy formal podrá crear interfaces con mucha precisión, pero no necesariamente las que verdaderamente correspondan al proyecto y al tipo de usuario que va dirigido. Hay que saber reconducir un proceso cuando las cosas no están saliendo bien, volver sobre los pasos, tomar direcciones alternativas o, en otras palabras, doblar un método sin romperlo y obtener buenos resultados a pesar de todo.
5. Comportamiento: Asimilación sobre alienación
El diseñador de experiencia de usuario es un facilitador de un proceso que trabaja en equipo para lograr los mejores resultados. Pero de ninguna forma creen que tienen la total resposabilidad sobre el objetivo ni asumen el trabajo como un reto individual que luego comparten con el resto del equipo.
Un UX desinger que se niege a colaborar con los compañeros y trabaja solo hasta encontrar una solución termina por presentar sus logros sin reparar que sus ideas son técnica y operativamente inviables. Ha asumido que lo sabe todo sin permitir que nadie le ayude en su trabajo.
Por el contrario, un buen profesional aspira a ser un enlace entre las diferentes áreas y departamentos encargados del producto. Más que hacer todo el trabajo, busca establecer procesos en la organización para llevar las cosas a buen puerto sin caer en la tentatción controladora.
6. Motivación: Empatía sobre Ego
Hay que admitirlo: en el territorio del diseño los egos suelen estar a la orden del día. Pero en experiencai de usuario la historia es totalmente diferente: se privilegian a los profesionales que gustan de conocer otras personas, se apasionan por la conexión con los demás y buscan comprenderlos de una forma bastante dedicada. Después de todo, su trabajo se trata de empatizar con otros a través de la interfaz de un dispositivo.
Un diseñador que se cree el centro de los proyectos y está más centrado en sus propias soluciones que en resolver los problemas del usuario va por mal camino. Hay una línea que separa la seguridad de la arrogancia que conviene no trasponer.
Vía: How to Evaluate a UX Designer for Your Company, or, What Makes a Great User Experience Designer