El diseño -ya sea web, gráfico, de modas o industrial- está alcanzado por tendencias o modas que marcan una cierta pauta de los recursos que se están utilizando. De algún modo, los usuarios o consumidores esperan manejarse en un contexto previsible que las aporte seguridad y, a la vez, reconocer rasgos distintivos que doten de personalidad al objeto.
En este sentido, es interesante el aporte que hace DesignShack a través de 5 Former Design Trends That Aren’t Cool Anymore (So Stop Using Them) donde recoge algunos de los principales clichés del diseño que han sido exprimidos hasta el hartazgo y ya no provocan ese toque sofisticado y moderno que tenían antaño.
1. Bevel & Emboss (biseles y relieve)
En algún momento pudo ser original, pero ahora parece un recurso de principiante con el Photoshop. Una imagen así hace que tu diseño automáticamente retroceda 10 años.
Hoy en día se tiende a minimizar el uso de estos recursos y darle a los objetos un aspecto más real sin sombras y brillos artificiosos. En lo personal creo que no hay que obsesionarse con estos efectos iluminación y mejor trabajar con sombras más situales. De todas formas, si la intención es dar sensación de relieve mejor trabajar con sombras y brillo más tenúes y progresivos. Un buen ejemplo es este trabajo de Matt Gentile.
2. Brillos «a la» Web 2.0
Sí, en un momento la web 2.0 se puso de moda y surgieron los colores brillantes y efectos de plástico brillante. Era un lindo momento donde decir redes sociales era estar a la vanguardia y todo el mundo ponía el rótulo de «beta» al lado de su logo.
Esa época ya pasó. Los degradados con efecto vidriado ya tuvieron su hora estelar y si bien son un recurso válido su abuso terminó por homogeneizar muchos sitios web. Hoy en día es preferible apostar por degradados más suaves, bordes ligeramente marcados para despegar el botón del fondo. Como lo hacen en la web de Firefox.
3. Textos en manuscrito
Por alguna razón la utilización de la tipografía manuscrita cada tanto resurge en el diseño. Se trata de un recurso que bien utilizado aporta un toque fresco y casual para quebrar la sucesión de tipografías formales. Pero normalmente se termina recurriendo a fuentes gratuitas que aparecen por todo el sitio con lo cual se pierde su intencionalidad original y el sitio en lugar de lucir «fresco» parece desorganizado y con problemas de legibilidad.
En su lugar, mejor apostar por tipos claros y simples para presentar el texto. Hoy en día, existe muchísimas tipografías con estilo y buena legibilidad. Mejor reservar el estilo manuscrito para lugares donde realmente tenga valor.
4. Promociones estrelladas
Ofertas, descuentos, 2×1 y demás reclamos promocionales solían estar siempre dentro una estrella de colores vibrantes. Un golpe de efecto al que ya le pasó su cuarto de hora y que actualmente se puede reemplazar por una gama mucho más amplia de recursos gráficos para destacar argumentos de venta.
En su lugar, podemos optar por lazos colocados en esquinas, vértices o centrados en la misma página. Otra alternativa son los distintivos o divisas que ayudan a destacar la información pero de un modo mucho más armónica e integrado con el resto de los elementos gráficos de la página
5. Sombras exageradas sobre el texto
Hubo un tiempo en que el descubrimiento de las sombras causó furor y se aplicaba a casi cualquier elementos. Como suele ocurrir con las cosas nuevas, se utilizó de una forma abundante y exagerada donde pasada la sorpresa inicial la sombra se convertía en un elementos distractivo. Como ocurre con el efecto «bevel & emboss», utilizar este recursos de la misma manera significa gritar a los 4 vientos que nuestro criterios estético se ha detenido en el tiempo.
¿Hay que dejar de usar sombras? Seguro que no, pero si emplearlas de un modo diferente. Apostar por la sutileza, los matices y degradados suaves que ayuden a reforzar la comprensión del texto. O líneas definidas que ayuden a marcar el relieve sin utilizar excesivos nivels de degradado.
Conclusión
Un sitio con aspecto anticuado y donde adentrarse en sus página implique un salto en el tiempo es algo que nadie quiere. Una cosa es utilizar la estética retro o vintage como recurso y con cierto sentido y otra cosa es abrir en el navegador un diseño al que simplemente le pasó el tiempo.
Las técnicas y recursos descriptos son propias de un modo dediseñar sitios web que ya está superado. No quiere decir que lo que se utiliza hoy sea mejor -aunque es cierto que ahora hay una mucho mayor preocupación por los pequeños detalles- pero sí que al menos aporta un toque actual al diseño. En definitiva, aggiornare a los tiempos que corren.