Hace unos días atrás comenzó a circular un video donde se veía el soporte para pantallas táctiles que promete Microsoft para su Windows 7. La gran pregunta es si detrás de la interesante y atractiva interfaz multitouch se esconde un sistema operativo nuevo o tendremos un Vista 1.1.
Stephen Wildstrom publica un interesante artículo con el título «What Will Windows 7 be?» en Business Week donde analiza el cambio de tendencia de Microsoft en la promoción de sus sistemas operativos. Si anteriormente hablaba mucho de las novedades que iba a incorporar cada nueva versión, tras la cantidad de funciones que finalmente no se implementaron en Vista parece que ahora hablarán más bien poco.
¿Qué se sabe del nuevo Windows 7? En cuanto al marketing, que no se llamará así ni tampoco hará alusión a Vista por el escaso entusiasmo que ha despertado (en comparación con XP, que se transformó en un sufijo bastante común para los nuevos programas que aparecían como una manera de avisar que eran compatibles con este sistema). Windows 7 es un nombre interno que está a la espera de un mejor sustituto.
En lo técnico, el kernel será el mismo de Windows Server 2008, que a su vez bastante parecido al de Vista. Con esto se busca evitar problemas de compatibilidades, especialmente que dejen de funcionar los drivers de numerosos dispositivos como impresoras, escáners y dispositivos de almacenamiento. Además, habrá versiones para 32 y 64 bits. En otras palabras, nada nuevo bajo sol.
Lo único novedoso que puede esperarse, dice Wildstrom, es que Microsoft se decida a resucitar el sistema de archivos WinFS , originalmente pensado para Vista pero que quedó a mitad de camino porque los tiempos de desarrollo y los de lanzamiento no coincidían. WinFS incluye una base de datos relacional y con cada fichero guarda también una serie de metadatos sobre su contenido.