La optimización de sitios web es un tema apasionante. Al menos a mí me entusiasma el proceso de analizar una web, revisar las analíticas, ver dónde mejorar de acuerdo a las metas que se planteen y trazarse objetivos. Sin embargo, muchas veces un rediseño se ve solamente como un lavado de cara y se pierde una oportunidad enorme para encarar pequeñas reformas que pueden producir grandes resultados.
En Conversion Rates Experts hicieron una lista de errores frecuentes al cambiar una web pero yo quité algunas cosas y agregué otras para armar mi propio listado. Ahí va:
1. Lanzar un rediseño sin medir las conversiones
Las métricas son esenciales para conocer lo que pasa en nuestra página web. Dentro de ellas, el dato más interesante a la hora de lanzar un rediseño son las conversiones, es decir, contar qué porcentaje de usuarios pueden llegar al objetivo que nos trazamos. Puede ser rellenar un formulario de contacto, hacer una compra o descargar un archivo. Si el nuevo diseño es mejor, tendríamos que verlo reflejado en una mayor tasa de conversiones.
2. No direccionar el esfuerzo a páginas determinadas
Los grandes proyectos de rediseño suelen tener objetivos amplios y ambiciosos. Está bien se hay un gran presupuesto para respaldarlo, pero si los recursos son limitados es mejor concentrarse en los aspectos específicos que no están funcionando. ¿Llegan muchos usuarios a la página registro y no lo completan? Entonces por qué no probar con una nueva página de registro más simple en lugar de cambiar todo.
3. Asumir que se puede testear indefinidamente
Me encantan los test y muchas veces son claves para elegir entre dos alternativas. Sin embargo, testear lleva tiempo y más si tu sitio no llega a un mínimo de 1000 visitas diarias. Herramientas como Google Website Optimizer son excelentes pero hay que estar dispuestos a tener paciencia hasta tanto se tengan los datos precisos para actuarl. Y tiempo implica dinero.
4. Diseñar con objetivos indefinidos
Todo buen proceso de diseño o rediseño web tiene un objetivo en mente. Y un objetivo para ser válido tiene que ser cuantificable. Cuando una empresa entre un brief a alguna agencia de diseño suelen aparece cosas como «modernizar la imagen», «añadir servicios» o «potenciar la interactividad». Todas intensiones muy loables que pueden marcar un horizonte pero dejan en blanco el camino a recorrer. Mejor pensar en algo más concreto y plausible como por ejemplo «Incrementar en un 30% el tiempo de permanencia de los usuarios en las páginas en los próximos 6 meses». Esto nos permite pensar nuevas secciones, optimizar la estructura de contenidos y hasta pensar en determinados formatos publicitarios sobre otros.
5. No interactuar con los usuarios
Si el sito cuenta con una comunidad de usuarios hay que hacerlos parte del proceso de rediseño, tanto para conocer los aspectos que se deberían mejorar como evaluar el nuevo diseño se ajuste a sus necesidades. Muchas veces se ve el cambio como un simple «lavado de cara» y no hay una idea clara de lo que se quiere lograr con el sitio. Herramientas como 4Q Survey permiten conocer la opinión de los usuarios y saber cuáles son sus demandas.
¿Qué otro error agreguarías a esta lista? ¿Qué cosas tenés en cuenta antes de comenzar un rediseño?