En el campo de la divulgación científica a veces se generalizan una serie de conceptos o ideas que en realidad no tienen ninguna base empírica razonable. Es el caso de la adicción a Internet, un tema sobre el que se ha hablado bastante pero sobre el cual es difícil encontrar criterios estandarizados o un acuerdo entre los especialistas para saber exactamente qué es la adicción a Internet.
En cierta forma, me recuerda a la «teoría de la bala mágica» o de la «aguja hipodérmica» que se enseña en teoría de la comunicación. De forma muy resumida, esta perspectiva sostiene que los medios de comunicación son capaces de manipular la voluntad de las personas que se encuentran indefensas ante la avalancha de mensajes de los medios. Ejemplos como el de la propaganda nazi y la conmoción provocada por la radionovela «La Guera de los Mundos» emitida en 1938 por la CBS en Estados Unidos contribuyen a alimentar esta visión. Sin embargo, más allá de la opinión pública reflejada en los medios no existe ningún fundamento sólido que permita otorgarle el estatus de teoría científica.