
Ya no es solamente estar Internet. Hay que tener una presencia de calidad. Un mal logotipo o un diseño hecho por el sobrino del socio pueden tirar abajo una reputación construida con mucho esfuerzo. La primeras impresiones son vitales cuando no se conoce al otro -algo que les ocurre a gran parte de las compañías pequeñas- y la web no es la expceción.
El artículo dice cosas ya sabidas pero no por ello menos cierta. En definitiva, un texto para tener a mano cuando alguien nos diga que la web la va arreglar «más adelante».
